lunes, 3 de mayo de 2010

EL TERREMOTO EN CHILE, SEGUNDA PARTE

Como ya habia comentado en la primera parte, este relato tiene como objetivo poder recordar todo lo que vivimos en el Terremoto del 27 de febrero en Chile.
No espero tener toda la informacion exacta de cada momento que descrito sino, poder mantener estos recuerdos para cuando no estén tan frescos.

En la mañana
Escuchamos la conferencia de prensa de la Presidenta Bachelet. Eso fue como a las 6:30 de la mañana más o menos. Dijo más o menos lo mismo que ya habíamos escuchado. El terremoto se había producido a las 3:34 Am del 27 de febrero con epicentro en el Maule, y grado 8,8 en la escala de Richter. Había destruido gran parte de Talca y que los daños en otras ciudades estaban siendo evaluados. Fue consultada a cerca de la posibilidad de tsunami a lo cual ella contesto que no había alarma. La oficina de emergencias de Chile, no daba alarma, y anunciaba que se podrían producir marejadas o marejadillas pero se descartaba la producción de tsunamis. Con esto, yo ya insistí en que bajáramos del cerro. Hacia frio y no cabíamos todos cómodos en el auto. Los niños dormían en todo caso y la gente ya con más luz, estaba más tranquila. Lo noche paso lento, pensando en mis familiares, mis abuelos, en como estarían y escuchando la radio solamente. Sentíamos replicas cada cierto tiempo. Eran bastante fuertes, pero ninguna como el terremoto, obviamente.

Esperamos a que ya hubiese luz de día y bajamos. Eso fue como a las 7:00 am. Y llegamos en cosa de minutos a la casa. Ahí a pesar de estar más tranquilos, aun no nos bajamos del auto. Luego de varios días supimos lo que realmente paso en cuanto a los tsunamis.

Fueron tres olas.
Las dos primeras llegaron solo minutos después del terremoto. 15 a 20 minutos y arrasaron con pueblos como Dichato y caletas como Tubul, en Arauco y otras ciudades como Penco o Talcahuano. Esas olas, fueron predecibles, entraron casi lentamente pero arrasando casas y inundando las calles y todo a su paso. En Talca estas olas inundaron completamente una isla en donde alojaban 50 familias por un paseo. Era una zona turística que celebraba su semana. Solo algunas personas sobrevivieron a esto, subiéndose a los arboles. Se dice que el ruido de las olas era terrorífico y es muy probable que muchas personas solo hubiesen escuchado eso solo segundos antes de llegar la ola sin tener tiempo de reaccionar.

Pero lo peor fue la tercera ola.
Esta no llego sino hasta las 7:30 más o menos (después de la conferencia en que se dijo que no había alarma) Esta fue la ola más destructiva de todas. Llego con fuerza y mucha velocidad y fue la que realmente produjo toda la destrucción, al menos en Talcahuano y en Dichato. (Se teoriza, ahora hace pocas semanas; que puede haber sido un derrumbe submarino que no tendría relación directa con el terremoto. Indirectamente causado por el movimiento de las placas).
Esta ola, arrastro en Talcahuano a contenedores que destruyeron casas, edificios y todo lo que estaba a 3 o 4 cuadras de distancia del mar. Días después sabría mas detalles; un detective que hablo conmigo, en una cola, mientras esperábamos para que nos dieran bencina en el regimiento me conto: “Yo vivo en Talcahuano, pero ya no queda nada de mi casa... todo se lo llevo la ola. Unos colegas de turno en la comisaria, subieron al segundo piso mientras venia la ola... sin nada mas que hacer, vieron como los contenedores pasaron de largo por ambos lados del edificio sin tocarlo afortunadamente para ellos que sobrevivieron viendo por las ventanas como el mar los tenia a su merced”...

El Huáscar que está anclado en el mismo puerto, aguanto solo unido a una de sus amarras y todos los botes y barcos entraron con fuerza hacia la explanada, quedando alojados en la plaza o en las calles de Talcahuano.
En Dichato se habla de un barco pesquero (que lo vi en fotos) quedo emplazado a 7 kms de la costa.

Reflexionando a cerca de esto, creo que fuimos afortunados de no vivir en una zona costera, porque a la hora de esta tercera ola, nosotros estábamos bajando a nuestra casa, a recoger cosas, a ordenar, a buscar comida y nos hubiese pillado totalmente desprevenidos.
Una semana más tarde aproximadamente, supimos del triste fallecimiento de un vecino de nuestro condominio que trato de llegar a Talcahuano por la carretera interportuaria, donde lo alcanzo la tercera ola. Suponemos que fue más tarde en la mañana, al escuchar que ya no había alerta de tsunami, ya que debía llegar a un supermercado, el cual administraba, para abrirlo y dejar salir a los trabajadores que estaban esa noche de turno.

Se hablo de muchas cosas al respecto, pero lo cierto es que hubo errores graves en las oficinas de emergencia (la onemi y la armada). En Chile, no se dio la alarma, pero en EEUU, ellos alertaron de los tsunamis, y el fax que llego a armada, no lo supieron leer, se cayeron las comunicaciones, el helicóptero que pidió la presidenta para ir hasta la zona de catástrofe, no se lo pudieron entregar porque el piloto estaba atorado en un taco en una carretera de Santiago, la directora de la onemi no tenía su intercomunicador, la presidenta al comunicarse con la armada, sabía que hubo tsunami en la isla Juan Fernández, pero en la armada le decían que no iba a producirse la ola, etc.

En Juan Fernández, una niña de 14 años, recibió, según entendí una llamada de su abuela, contándole que se había sentido un temblor fuertísimo en Santiago. Al parecer ella, por internet confirmo que esto había sido muy fuerte y dio la alarma golpeando con un fierro, la campana que tienen en esa isla para estos fines. No se acordó de la clave de toque pero la gente igual arranco. Ella y su fierro, salvaron a casi toda la isla. Se dice que el museo que se reconstruirá en la Isla, exhibirá el fierro con que golpeo frenéticamente la campana.

Una vez que dieron las 8 o 9 de la mañana, y la casa estuvo más en orden, yo decidí salir hacia la casa de mis papas. Un poco a saber cómo estaban y a conseguir agua potable. Para esa hora, estábamos sin agua, luz, ni gas.
En el camino me tope con ellos, que venían a vernos y nos detuvimos en el camino. Me abrace a mi mama que llorando me dijo que estaban bien, que se habían asustado muchísimo y me preguntaron por nosotros. Todos bien, gracias a Dios... decía yo. Mi hermana y mi papi, venían también, pero la mas asustada era mi mama.

Los niños iban conmigo y mis viejos nos llevaban un poco de agua potable, que sirvió para limpiar un poco. Así que, como en la casa de mis papas había gas, los lleve para darles el almuerzo.
En casa de mis papas, sentí varias replicas y volví en tanto pude a buscar a mi esposa y mi cuñada que junto a mi sobrina limpiaban aun la casa. Vivimos como a 20 minutos y le dije que volviéramos a “Las Palmeras”, (como se llama la población en que viven mis padres) para que almorzáramos y no estuviésemos todos separados.

Esta visita... nos duraría en total un mes entero.

La primera semana
En la casa de mis padres, a diferencia de las casas de nuestro sector, aguantaron mejor el terremoto... me refiero a las áreas comunes, los espacios públicos. En Collao (la casa de mis papas) no se corto el gas, y el agua llego como al quinto día. En la mía no hubo servicios básicos en un mes. Los postes cerca de mi casa, se cayeron o doblaron, las calzadas se levantaron, hubo fugas de agua, el camino se hundió en algunas partes, en cambio en Collao, fue como si nada. El domingo fue como casi un día normal.
Con el terremoto, se nos cayó la leña que teníamos apilada, y tuvimos que pedirle a un viejito sordito que nos ayudara a levantarla de nuevo. El en su sencilla filosofía me decía: “Antes se construía mejor que ahora, mas lento, pero mas resistente... ahí tiene ud. se cayo el puente nuevo, pero el Andalien aun resiste lo mas bien”... Y es cierto, dos de los tres puentes que unen San Pedro y Concepción se cayeron, uno es comprensible porque databa de los años 20... Era el puente viejo, que se cayó como pila de dominós y el otro es el nuevo... No se de cuando data, pero quedo inutilizado.
Solo el puente Llacolén aguanto pero varios de sus accesos también colapsaron. 3 o 4 autos quemados que quedaron en el eran un terrible ejemplo de esto. Durante el terremoto, colapso la entrada al puente de calle Carreras, cayendo los autos unos dos metros hacia abajo en el acceso principal del puente. Chocaron y se incendiaron. Al principio, por la radio escuche que no había victimas, pero creo que después si se confirmaron algunas muertes en ese accidente.
Ahí se instalo un puente de emergencia (de campaña) para que ahora podamos atravesarlo.

Pero el puente Andalién, más antiguo y menos cuidado que los otros, que mencionaba Don Pato, efectivamente no le paso nada.

El día Lunes, me levante temprano y me fui a trabajar. Como trabajo en un Hospital, debí ir al Servicio de Salud concepción para marcar mi asistencia. Ellos supervisan los Hospitales y consultorios de la zona. Ahí había un desolador panorama.

El edificio del Servicio de Salud Concepción aguanto sin problemas el terremoto, pero hay un edificio llamado la Torre O’Higgins, orgullo de la ciudad y nata de los mas prestigiosos profesionales de la salud, abogados y arquitectos, que estaba en la misma cuadra colapso desde su piso 10 mas o menos. Todos para arriba resultaron destruidos. La imagen era impresionante, ya que un piso al menos ya no existía. Con el riesgo de que este edificio se derrumbara a la siguiente replica, se reunió gente que trabaja en el servicio en plena calle, lejos del peligro. La directora del servicio, la Dra. Saldías, dio instrucciones y dijo: “nos reuniremos en el edificio nuevo del hospital regional, el CDT... ahí firman su asistencia y coordinaremos las labores de cada uno para trabajar esta semana”...

“Necesito alguien que vaya a Lota”, dijo... así que levante la mano...y junto conmigo, un ingeniero, también lo hizo. No se sabia nada de cómo estaban los hospitales hasta ese momento, así que en un vehículo del servicio salimos para traer información de Coronel y Lota. Me entregaron una chaqueta con el logo del servicio y con un poco de susto al atravesar salimos.
En el auto, se escuchaba la radio, Biobío, que anunciaba que hordas de gente bajaban de Palomares para asaltar casa y comercios de Collao... Eso me preocupo por un momento, pero aun no se sabía nada de que hubiese saqueos.

El día anterior, el domingo la radio se ocupo de dos cosas: uno, ir dando a cada rato los grados de cada replica y de informar algunas cosas de las ciudades afectadas, pero algo llamo mi atención... El alcalde de Hualpén, se acerco a la radio, instando a la gente a que no se dejara pasar a llevar por “los malos” como decía el. No dejen que les roben ni que los asusten... que sepan que nos defenderemos y defenderemos nuestras propiedades.
Esto yo lo encontré exagerado, la verdad.
Como va a ser tanto... que exagerado... ¿que piensa este señor?¿que cree que ira a pasar?...¿de que habla?.
Lo cierto es que, los saqueos realmente habían empezado... casi, solo horas después del terremoto, en ciudades chicas, como Lota por ejemplo, y habían algunas informaciones erradas (como las turbas que bajaban a robar desde los cerros) e inconexas, pero era cierto... los saqueos se habían instalado.

Hubo robos en todos y cada uno de los supermercados del gran Concepción, San Pedro de la Paz, Talcahuano, Chiguayante... etc... Ninguna comuna se salvo. Las farmacias fueron asaltadas también; pañales sobre todo, fueron los más requeridos.
Una bodega entera de una multitienda (Ripley) de palomares, fue desvalijada. Tras algunos saqueo hubo incendios, como en La polar, que consumió todo el edificio llevándose a 2 o 3 de sus saqueadores con el. Se dijo, que los bomberos no entraron a arriesgar sus vidas por gente que estaba robando en el lugar.

En todo caso, yo iba camino a Lota, y mas que un poco de nerviosismo, a cerca de las noticias, sabia que no podía hacer nada... excepto llamar de vez en cuando para saber si estaban bien. Los teléfonos en todo caso, no funcionaban desde el día del terremoto y solo pasaban algunos mensajes de texto. Era irritante y causaba cierto grado de impotencia tener tu celular al lado y no poder ocuparlo.
Aparte de esto, mi celular no funcionaba bien así que, solo tenía que seguir y esperar para volver.

Al regresar, vi los saqueos.
Al igual que en algunas partes donde pasamos camino a Lota, la gente se agolpaba en los Supermercados, para ir entrando y sacando cosas, con los mismos carritos. A dos cuadras de la casa de mis padres está el Supermercado Biggger y al pasar por ahí, lo que alcancé a ver fue una multitud que llenaba la calle y desbordaba al único Carabinero que estaba en el lugar.
Era un carabinero jovencito, recien salido, me imagino, de no mas de 25 años, sin su gorro, en mangas de su camisa, que solo hacía lo que podía... la verdad... nada. Solo en su cara de susto se veía que le pedía a los autos que siguieran de largo y no pararan a ver el triste espectáculo, para evitar mas encima un taco.

Viajé 3 veces a Lota esa semana y continuaré con eso, ya que varias cosas me pasaron en ellos.

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1 comentario:

Jimena dijo...

No sabes cuanto me alegro que dejes estos recuerdos, testimonios...es parte de nuestra historia... cómo se nota que escuchaste las noticias, te informaste bien...yo al contrario, escuchar las noticias era lo unico que me angustiaba, asi que sólo me enteraba de las noticias de a poco... y por los demás.
Tenias razón habia que escribirlo al tiro, a mi la mayoria de los detalles de los primeros dias los he olvidado, asi que te felicito.